
Me dejaría seducir por ti,
acompañaría tu incesnante baile
de turquesa y espuma.
Sentada frente a ti
me siento desnuda,
aún calzando abrigo
y portando botas.
Me enredas en tu espiral
de cabello blanco
y me dejo envolver
entre tus abrazos,
de sabor a sal.