27 octubre, 2007

CREANDO ATMÓSFERA


La tarde va cayendo en sombra y tonos amarillos muertos sobre nuestros cuerpos tendidos.
Un cigarrillo a punto de acabarse y otros muchos llenando un cenicero serían perfectos para cerrar la escena.
¡Lástima no fumar en momentos como estos!

El tiempo que nos queda, se ha convertido en un juego penduleánte de
"yo-yo"

el que tú me regalaste.

Atemporales, nada más conocernos, enterramos el tic-tac en lo más profundo de nuestros cajones y en algún no momento decidimos mudarnos a la Ciudad Eterna.


Duermes tranquilo.


Ahora, ya no veo tu cuerpo.


Me he tenido que rendir a la evidencia,

¡hasta el "yo-yo" marca de algún modo el tiempo!


Creo que también yo voy a dormir,

¡qué es hora!,

pero antes...


voy a encender un cigarrillo.